cuidando el engranaje,
evitas todo equívoco,
comienzas así el viaje.
Prepara bien tu corazón,
elige a tu instructor,
dará valor a tu razón
y coraje a tu motor.
Se necesitan las vías,
que tengan sus dos raíles:
saber en quien se confía,
y sentido a los carriles.
Aprende a seguir caminos,
ve tranquilo y seguro.
Ya no estarás perdido,
ni incierto ni oscuro.
Las decisiones vitales,
marcan toda una vida
unas buenas o fatales,
e incluso con herida.
De joven, cruzas los valles,
nunca existe la rutina,
de mayor, sólo ves calles
y comienza la fatiga.
Tú alcanzas el Destino,
ha merecido la pena.
eres libre, peregrino,
ahora, tu vida es plena.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar